CAMINA Y REVIENTA SEIS: SAN SEBASTIAN

21 de agosto, martes

El desayuno en el albergue La Sirena es sobrio pero suficiente para enchufarnos la energía precisa para ascender el monte Igueldo. Se sube por un sombreado sendero urbano, empinado pero agradable, hasta situarnos en el barrio de Igueldo donde vive un enamorado del Camino, José Mª Soroa, que coloca cerca de su casa unas sillas, agua, fruta y un sello para la credencial. Gracias amigo, todo un detalle.

Continuamos bastantes kilómetros por apacibles caminos y sendas hasta llegar a una fuente de agua potable donde encontramos a Ana y a su perro Rohan, con quienes compartimos un rato de descanso.

Reanudamos la marcha entre caseríos rodeados de prados donde pastan apaciblemente manadas de vacas y ovejas y aquí surge el sobresalto del día. El grupo se ha ido estirando y unos pocos nos hemos quedado rezagados haciendo fotografías acompañados de Rohan que actúa de explorador caminando unos metros por delante. En un repecho lo perdemos de vista y él se encuentra con un rebaño de ovejas a las que se pone a perseguir con un entusiasmo insólito que nos sorprende a todos por lo inesperado. Las personas del caserío se movilizan, también nosotros, y los gritos y carreras se multiplican tratando que el perro no ataque a ninguna de las ovejas que corren despavoridas en todas direcciones. Realmente Rohan sólo quiere jugar pero ha liado una escampada de ovejas que, a decir de sus pastores, tardarán varios días en reagruparlas de nuevo. Maldicen en euskera y se dirigen a nosotros en tono amenazante, especialmente a Ana que en todo momento da la cara y pide perdón, por nuestra parte nos ponemos a su disposición para ayudar en lo que sea y quedarnos allí el tiempo que haga falta hasta reunir las cabezas perdidas, aunque, ya más tranquilos, nos explican que las ovejas no saldrán de su escondite hasta que se les pase el susto y es inútil buscarlas. Reiteramos nuestras disculpas y habrá que procurar que Rohan vaya atado cuando se pase por caseríos y prados donde puedan haber animales sueltos.

Al poco, damos alcance al resto del grupo que, ajenos a la movida, ya llevan un rato almorzando, así que tendremos que recuperar las cervezas que nos han sacado de ventaja.

Tras el almuerzo, iniciamos una bajada intensa con un desnivel de unos 300 m. en 3 kilómetros para llegar a Orio, salvando la A-8 por un túnel. La entrada al casco urbano se hace descendiendo por una empinada calle empedrada junto a la iglesia de San Nicolás en cuya parte exterior trasera está expuesta la escultura “La Piedad de Oteiza” diseñada por el escultor oriotarra Jorge Oteiza y realizada por el artesano, también oriotarra, Martín Perona. La salida de esta población pesquera, muy conocida por los éxitos de su trainera y enclavada en el último meandro del río Oria, se efectúa por el puente de la N-634 ascendiendo posteriormente, rodeados de viñedos de txacolí, hacia las inmediaciones del Camping Zarautz donde hay ubicado un albergue con pocas plazas. Enfrente tenemos un bar-restaurante que nos sirve de quitapesares y donde aliviamos el calor con unas cuantas jarritas.

Estamos en el monte Talai Mendi y tenemos Zarautz a la vista. Desde su fundación en el s.XIII hasta la extinción de la ballena del Cantábrico, los habitantes de esta ciudad se dedicaron a la pesca derivando luego su actividad hacia la agricultura y a la fabricación de muebles y barcos. Según la leyenda, en sus desaparecidos astilleros se construyó la Nao Victoria con la que dio la vuelta al mundo Juan Sebastián Elcano, natural de la vecina Getaria. Por sus condiciones naturales y su situación próxima a San Sebastián y Biarritz, lugares de veraneo de la corte y la nobleza, Zarautz fue creciendo como ciudad turística y de recreo, albergando a personajes tan distinguidos como Isabel II, Alfonso XIII, Balduino y Fabiola de Bélgica, Duquesa de Alba, …., y un largo etcétera de familias aristocráticas que, con su nutrido séquito, ocupaban las villas o se hospedaban en el desaparecido Gran Hotel. Zarautz tiene la playa más larga de Guipuzcoa, casi 3 km., en la que se celebra en el mes de septiembre un campeonato de surf puntuable para el mundial, en ella también ha instalado su restaurante-hotel el famoso cocinero Karlos Arguiñano en un palacete reformado. En la actualidad Zarautz forma, con Bilbao y San Sebastián, el núcleo turístico más importante de Euskadi.

Nosotros ya nos hemos instalado en nuestro “palacete”: el albergue público, habilitado en dos aulas de la escuela Artezaleak. Es un lugar amplio, cómodo, limpio y con buenos colchones en camas individuales, creo que vamos a descansar bien esta noche.

Bien lavaditos y acicalados, nos vamos a cenar con nuestra amiga Nerea que ha tenido la gentileza de desplazarse desde SanSebastián para estar con nosotros. Veremos si Manolo López “El Granaino” ha renovado el repertorio de chistes.